Nietzsche a través de Vattimo
Vattimo considera a la filosofía nietzcheana con desarrollos importantes en el sentido del ser a través de la crítica de la cultura, de la moral, de la observación psicológica; llama ontología hermeneútica a la perspectiva desde la que analizará la obra de Nietzsche. Ubica a este autor dentro de la escuela hermenéutica que a partir de Heiddeger pasa a ser considerada como una orientación filosófica. Vattimo hace referencia a la presunta contradicción entre la crítica a la creación de metáforas, mentiras y lo contrario, la canonización de verdades absolutas, pues esto sería a costa de la creatividad y del impulso dionisíaco. Por otra parte, el impulso de mentir y de crear ilusiones se halla arraigado en la necesidad de conservación, que en estado natural se satisface en la lucha ilimitada entre los individuos y sus metáforas privadas; mientras que el estado social responde a la misma exigencia precisamente mediante la institución de reglas para mentir de modo estable. Vattimo acota que Nietzsche no subvaloró el lenguaje regulado por su rol emancipador para el hombre.
Por otra parte, Vattimo resalta que en el siglo XIX hay un exceso de información sobre el pasado que el hombre europeo no puede procesar, refiere que el exceso de conciencia y de conocimiento histórico es causa al mismo tiempo de la incapacidad de producir formas nuevas y del remedio, aún peor que el mal, para esta incapacidad. A esto se le suma el ingreso a la cultura de las masas por el desarrollo capitalista, y relaciona a este historicismo que genera una personalidad moderna debilitada por el exceso de conciencia histórica con la preparación de la fuerza de trabajo. Nietzsche no rechaza el conocimiento histórico, pero lo encuadra en tres variantes como son la historiografía monumental, la historiografía anticuaria y la crítica. Vattimo rescata la importancia que para entender la filosofía nietzscheana tiene el análisis de la obra del período medio.
Cabe destacar, que la ciencia como el arte se mueve en el ámbito de la representación y dice Vattimo que para Nietzsche la diferencia ente arte y ciencia no hay que buscarla en la mayor objetividad y mayor verdad, sino como un método para llegar a una actitud psicológica no fanática, sobria, más allá de los resultados y lo resume en el concepto de espíritu libre que en otros trabajos desarrollará más adelante. La primera cuestión que se visualiza en Humano demasiado Humano es el cambio de postura frente al arte. Vattimo señala, que confluyen varias situaciones que genera el cambio de visión del arte como medio para salir de la decadencia; el arte revitaliza situaciones pasadas y le da nuevo brillo, además se expresa durante el tiempo libre en aquellas sociedades en donde el trabajo es el eje organizador de la vida social. Nietzsche le da un mejor lugar a la ciencia respecto al conocimiento de la realidad.
Nietzsche y la diferencia
Proponer el problema Nietzsche y la diferencia sólo significa volver a pensar, bajo un ángulo particular, la cuestión más general que se podría también formular como la de la actualidad o inactualidad de Nietzsche. Sin embargo, la elección de este punto de vista se justifica porque es en el ámbito de aquello que, con una expresión aún no determinada, se puede llamar pensamiento de la diferencia, que el autor es hoy recuperado y discutido de manera particularmente fecunda y estimulante. Por otra parte, esto se funda sobre una conexión interna que el pensamiento de la diferencia tiene con el mismo Nietzsche, en cuanto que, aun antes de descubrir e individualizar a este filosofo como problema historiográfico explícito, este pensamiento estaba profundamente influido y determinado por él. La justificación de la perspectiva específica del problema es, como puede verse, una justificación de tipo circular que, aunque es hermenéuticamente correcta en su reconocerse como tal, deja subsistir una tensión entre el actual pensamiento de la diferencia y Nietzsche.
También en la lectura de Nietzsche entra en juego la orientación referida a la diferencia; precisamente en el ámbito del pensamiento de la diferencia es donde Nietzsche ha sido hoy ampliamente retomado y discutido, la interpretación de este formulada por Heidegger no ha tenido continuaciones y desarrollos. Las lecturas de Nietzsche que, en Francia, se inspiran en un marco, en sentido amplio, heideggeriano, y se centran en la noción de diferencia, están en desacuerdo en sus tesis de fondo, con la interpretación heideggeriana de Nietzsche. Esto debe atribuirse al distinto modo de plantear y entender el problema de la diferencia. Para Heidegger, Nietzsche no puede ser considerado un pensador de la diferencia, puesto que precisamente en su pensamiento se perfecciona, en su máxima extensión, la metafísica, es decir, el pensamiento que ha olvidado al ser y su diferencia por el ente. El proceso de la, metafísica es aquel en el cual, al fin, no queda nada del ser mismo es esto lo que sucede de manera definitiva en la noción nietzscheana de voluntad de poder o, como la traduce Heidegger, de voluntad de voluntad.
Se destaca, que las lecturas de Nietzsche inspiradas, en general, en Heidegger y la problemática de la diferencia se han encaminado, casi siempre, sobre todo en Francia, contra la letra de la interpretación heideggeriana de Nietzsche. La diferencia, empeñada en considerar una visión del ser marcada ya no por la plenitud, sino por la fractura y la carencia, inspira algunas recientes lecturas de Nietzsche propuestas por la cultura francesa, en particular las de Bernard Pautrat, Jean Michel Rey y Sarah Kofman.
Nietzsche y el mas allá
Nietzsche comienza el libro con una crítica de los prejuicios de los filósofos, la voluntad de verdad, aparentemente desinteresada y contemplativa, queda desenmascarada como voluntad de poder; lo que nos mueve a risa en los filósofos es su falta de honestidad, dice Nietzsche, pues llaman la verdad a lo que no constituye más que su fe, a la cuál ellos le han añadido, con posterioridad, unas razones justificadoras. De igual forma, se evidencia el estudia del espíritu libre se estudia, y la defensa de la verdad a toda costa, tan aclamada en aquella primera época, queda aquí sometida a burla. Y la importante distinción entre una época premoral, una segunda moral y otra tercera extramoral de la humanidad servirá a Nietzsche para ulteriores planteamientos.
En el texto se evidencia que, el reflejo del descubrimiento de la rebelión de los esclavos en la moral es posiblemente la fórmula que más se ha divulgado, pero hay otros análisis que revelan una extremada penetración psicológica, por ejemplo, los de las distintas clases de pasión por Dios, los de las relaciones entre filosofia moderna y religión, los de los distintos tipos de crueldad religiosa y los de la incredulidad. Nietzsche señala los peligros que al surgimiento del verdadero filósofo opone el modo moderno de trabajar en la ciencia. En general, el hombre docto aparece nada más que como un animal de tiro, nada más que como un espejo que se reduce a reflejar lo que a su lado pasa, para poder eludir el enfrentarse a sí mismo.
Igualmente, el autor expone una serie de pensamientos que ridiculizan ante todo la emancipación femenina falsamente entendida. Para un hombre profundo y ateo una mujer sin piedad resulta algo completamente repugnante o ridículo. Al finalizar el libro, muestra una crítica implacable de la politica de aquel tiempo y destaca al surgimiento de una nueva casta que pudiera sacar a Europa de su postración y su empequeñecimiento.
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